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    kastilyalı şair jorge manrique'nin 1477 yılında tamamladığı en ünlü şiiridir. 'babasının ölümü ardından mısralar' anlamına gelir. kimi zaman'coplas de don jorge manrique por la muerte de su padre' olarak geçtiği de olur. 8 8 4 lük hece ölçüsü ile yazılmıştır. nedendir bilmem, şairin, dylan thomas'ın 'and death shall have no dominion isimli şiirinde yakaladığı dinginliği yakaladığını düşündürmüştür bana. türkçeye çevirisi tarafımdan yapılmaya çalışılmaktadır.

    şiirin kendisi ise şu şekildedir;

    i

    recuerde el alma dormida,
    avive el seso e despierte
    contemplando
    cómo se passa la vida,
    cómo se viene la muerte
    tan callando;
    cuán presto se va el plazer,
    cómo, después de acordado,
    da dolor;
    cómo, a nuestro parescer,
    cualquiere tiempo passado
    fue mejor.

    ii

    pues si vemos lo presente
    cómo en un punto s'es ido
    e acabado,
    si juzgamos sabiamente,
    daremos lo non venido
    por passado.
    non se engañe nadi, no,
    pensando que ha de durar
    lo que espera
    más que duró lo que vio,
    pues que todo ha de passar
    por tal manera.

    iii

    nuestras vidas son los ríos
    que van a dar en la mar,
    qu'es el morir;
    allí van los señoríos
    derechos a se acabar
    e consumir;
    allí los ríos caudales,
    allí los otros medianos
    e más chicos,
    allegados, son iguales
    los que viven por sus manos
    e los ricos.

    invocación

    iv

    dexo las invocaciones
    de los famosos poetas
    y oradores;
    non curo de sus ficciones,
    que traen yerbas secretas
    sus sabores.
    aquél sólo m'encomiendo,
    aquél sólo invoco yo
    de verdad,
    que en este mundo viviendo,
    el mundo non conoció
    su deidad.

    v

    este mundo es el camino
    para el otro, qu'es morada
    sin pesar;
    mas cumple tener buen tino
    para andar esta jornada
    sin errar.
    partimos cuando nascemos,
    andamos mientra vivimos,
    e llegamos
    al tiempo que feneçemos;
    assí que cuando morimos,
    descansamos.

    vi

    este mundo bueno fue
    si bien usásemos dél
    como debemos,
    porque, segund nuestra fe,
    es para ganar aquél
    que atendemos.
    aun aquel fijo de dios
    para sobirnos al cielo
    descendió
    a nescer acá entre nos,
    y a vivir en este suelo
    do murió.

    vii

    si fuesse en nuestro poder
    hazer la cara hermosa
    corporal,
    como podemos hazer
    el alma tan glorïosa
    angelical,
    ¡qué diligencia tan viva
    toviéramos toda hora
    e tan presta,
    en componer la cativa,
    dexándonos la señora
    descompuesta!

    viii

    ved de cuán poco valor
    son las cosas tras que andamos
    y corremos,
    que, en este mundo traidor,
    aun primero que muramos
    las perdemos.
    dellas deshaze la edad,
    dellas casos desastrados
    que acaeçen,
    dellas, por su calidad,
    en los más altos estados
    desfallescen.

    ix

    dezidme: la hermosura,
    la gentil frescura y tez
    de la cara,
    la color e la blancura,
    cuando viene la vejez,
    ¿cuál se para?
    las mañas e ligereza
    e la fuerça corporal
    de juventud,
    todo se torna graveza
    cuando llega el arrabal
    de senectud.

    x

    pues la sangre de los godos,
    y el linaje e la nobleza
    tan crescida,
    ¡por cuántas vías e modos
    se pierde su grand alteza
    en esta vida!
    unos, por poco valer,
    por cuán baxos e abatidos
    que los tienen;
    otros que, por non tener,
    con oficios non debidos
    se mantienen.

    xi

    los estados e riqueza,
    que nos dexen a deshora
    ¿quién lo duda?,
    non les pidamos firmeza.
    pues que son d'una señora;
    que se muda,
    que bienes son de fortuna
    que revuelven con su rueda
    presurosa,
    la cual non puede ser una
    ni estar estable ni queda
    en una cosa.

    xii

    pero digo c'acompañen
    e lleguen fasta la fuessa
    con su dueño:
    por esso non nos engañen,
    pues se va la vida apriessa
    como sueño,
    e los deleites d'acá
    son, en que nos deleitamos,
    temporales,
    e los tormentos d'allá,
    que por ellos esperamos,
    eternales.

    xiii

    los plazeres e dulçores
    desta vida trabajada
    que tenemos,
    non son sino corredores,
    e la muerte, la çelada
    en que caemos.
    non mirando a nuestro daño,
    corremos a rienda suelta
    sin parar;
    desque vemos el engaño
    y queremos dar la vuelta
    no hay lugar.

    xiv

    esos reyes poderosos
    que vemos por escripturas
    ya passadas
    con casos tristes, llorosos,
    fueron sus buenas venturas
    trastornadas;
    assí, que no hay cosa fuerte,
    que a papas y emperadores
    e perlados,
    assí los trata la muerte
    como a los pobres pastores
    de ganados.

    xv

    dexemos a los troyanos,
    que sus males non los vimos,
    ni sus glorias;
    dexemos a los romanos,
    aunque oímos e leímos
    sus hestorias;
    non curemos de saber
    lo d'aquel siglo passado
    qué fue d'ello;
    vengamos a lo d'ayer,
    que también es olvidado
    como aquello.

    xvi

    ¿qué se hizo el rey don joan?
    los infantes d'aragón
    ¿qué se hizieron?
    ¿qué fue de tanto galán,
    qué de tanta invinción
    como truxeron?
    ¿fueron sino devaneos,
    qué fueron sino verduras
    de las eras,
    las justas e los torneos,
    paramentos, bordaduras
    e çimeras?

    xvii

    ¿qué se hizieron las damas,
    sus tocados e vestidos,
    sus olores?
    ¿qué se hizieron las llamas
    de los fuegos encendidos
    d'amadores?
    ¿qué se hizo aquel trovar,
    las músicas acordadas
    que tañían?
    ¿qué se hizo aquel dançar,
    aquellas ropas chapadas
    que traían?

    xviii

    pues el otro, su heredero
    don anrique, ¡qué poderes
    alcançaba!
    ¡cuánd blando, cuánd halaguero
    el mundo con sus plazeres
    se le daba!
    mas verás cuánd enemigo,
    cuánd contrario, cuánd cruel
    se le mostró;
    habiéndole sido amigo,
    ¡cuánd poco duró con él
    lo que le dio!

    xix

    las dávidas desmedidas,
    los edeficios reales
    llenos d'oro,
    las vaxillas tan fabridas
    los enriques e reales
    del tesoro,
    los jaezes, los caballos
    de sus gentes e atavíos
    tan sobrados
    ¿dónde iremos a buscallos?;
    ¿qué fueron sino rocíos
    de los prados?

    xx

    pues su hermano el innocente
    qu'en su vida sucesor
    se llamó
    ¡qué corte tan excellente
    tuvo, e cuánto grand señor
    le siguió!
    mas, como fuesse mortal,
    metióle la muerte luego
    en su fragua.
    ¡oh jüicio divinal!,
    cuando más ardía el fuego,
    echaste agua.

    xxi

    pues aquel grand condestable,
    maestre que conoscimos
    tan privado,
    non cumple que dél se hable,
    mas sólo como lo vimos
    degollado.
    sus infinitos tesoros,
    sus villas e sus lugares,
    su mandar,
    ¿qué le fueron sino lloros?,
    ¿qué fueron sino pesares
    al dexar?

    xxii

    e los otros dos hermanos,
    maestres tan prosperados
    como reyes,
    c'a los grandes e medianos
    truxieron tan sojuzgados
    a sus leyes;
    aquella prosperidad
    qu'en tan alto fue subida
    y ensalzada,
    ¿qué fue sino claridad
    que cuando más encendida
    fue amatada?

    xxiii

    tantos duques excelentes,
    tantos marqueses e condes
    e varones
    como vimos tan potentes,
    dí, muerte, ¿dó los escondes,
    e traspones?
    e las sus claras hazañas
    que hizieron en las guerras
    y en las pazes,
    cuando tú, cruda, t'ensañas,
    con tu fuerça, las atierras
    e desfazes.

    xxiv

    las huestes inumerables,
    los pendones, estandartes
    e banderas,
    los castillos impugnables,
    los muros e balüartes
    e barreras,
    la cava honda, chapada,
    o cualquier otro reparo,
    ¿qué aprovecha?
    cuando tú vienes airada,
    todo lo passas de claro
    con tu flecha.

    xxv

    aquel de buenos abrigo,
    amado, por virtuoso,
    de la gente,
    el maestre don rodrigo
    manrique, tanto famoso
    e tan valiente;
    sus hechos grandes e claros
    non cumple que los alabe,
    pues los vieron;
    ni los quiero hazer caros,
    pues qu'el mundo todo sabe
    cuáles fueron.

    xxvi

    amigo de sus amigos,
    ¡qué señor para criados
    e parientes!
    ¡qué enemigo d'enemigos!
    ¡qué maestro d'esforçados
    e valientes!
    ¡qué seso para discretos!
    ¡qué gracia para donosos!
    ¡qué razón!
    ¡qué benino a los sujetos!
    ¡a los bravos e dañosos,
    qué león!

    xxvii

    en ventura, octavïano;
    julio césar en vencer
    e batallar;
    en la virtud, africano;
    aníbal en el saber
    e trabajar;
    en la bondad, un trajano;
    tito en liberalidad
    con alegría;
    en su braço, aureliano;
    marco atilio en la verdad
    que prometía.

    xxviii

    antoño pío en clemencia;
    marco aurelio en igualdad
    del semblante;
    adriano en la elocuencia;
    teodosio en humanidad
    e buen talante.
    aurelio alexandre fue
    en desciplina e rigor
    de la guerra;
    un constantino en la fe,
    camilo en el grand amor
    de su tierra.

    xxix

    non dexó grandes tesoros,
    ni alcançó muchas riquezas
    ni vaxillas;
    mas fizo guerra a los moros
    ganando sus fortalezas
    e sus villas;
    y en las lides que venció,
    cuántos moros e cavallos
    se perdieron;
    y en este oficio ganó
    las rentas e los vasallos
    que le dieron.

    xxx

    pues por su honra y estado,
    en otros tiempos passados
    ¿cómo s'hubo?
    quedando desamparado,
    con hermanos e criados
    se sostuvo.
    después que fechos famosos
    fizo en esta misma guerra
    que hazía,
    fizo tratos tan honrosos
    que le dieron aun más tierra
    que tenía.

    xxxi

    estas sus viejas hestorias
    que con su braço pintó
    en joventud,
    con otras nuevas victorias
    agora las renovó
    en senectud.
    por su gran habilidad,
    por méritos e ancianía
    bien gastada,
    alcançó la dignidad
    de la grand caballería
    dell espada.

    xxxii

    e sus villas e sus tierras,
    ocupadas de tiranos
    las halló;
    mas por çercos e por guerras
    e por fuerça de sus manos
    las cobró.
    pues nuestro rey natural,
    si de las obras que obró
    fue servido,
    dígalo el de portogal,
    y, en castilla, quien siguió
    su partido.

    xxxiii

    después de puesta la vida
    tantas vezes por su ley
    al tablero;
    después de tan bien servida
    la corona de su rey
    verdadero;
    después de tanta hazaña
    a que non puede bastar
    cuenta cierta,
    en la su villa d'ocaña
    vino la muerte a llamar
    a su puerta,

    xxxiv

    diziendo: "buen caballero,
    dexad el mundo engañoso
    e su halago;
    vuestro corazón d'azero
    muestre su esfuerço famoso
    en este trago;
    e pues de vida e salud
    fezistes tan poca cuenta
    por la fama;
    esfuércese la virtud
    para sofrir esta afruenta
    que vos llama."

    xxxv

    "non se vos haga tan amarga
    la batalla temerosa
    qu'esperáis,
    pues otra vida más larga
    de la fama glorïosa
    acá dexáis.
    aunqu'esta vida d'honor
    tampoco no es eternal
    ni verdadera;
    mas, con todo, es muy mejor
    que la otra temporal,
    peresçedera."

    xxxvi

    "el vivir qu'es perdurable
    non se gana con estados
    mundanales,
    ni con vida delectable
    donde moran los pecados
    infernales;
    mas los buenos religiosos
    gánanlo con oraciones
    e con lloros;
    los caballeros famosos,
    con trabajos e aflicciones
    contra moros."

    xxxvii

    "e pues vos, claro varón,
    tanta sangre derramastes
    de paganos,
    esperad el galardón
    que en este mundo ganastes
    por las manos;
    e con esta confiança
    e con la fe tan entera
    que tenéis,
    partid con buena esperança,
    qu'estotra vida tercera
    ganaréis."

    [responde el maestre:]

    xxxviii

    "non tengamos tiempo ya
    en esta vida mesquina
    por tal modo,
    que mi voluntad está
    conforme con la divina
    para todo;
    e consiento en mi morir
    con voluntad plazentera,
    clara e pura,
    que querer hombre vivir
    cuando dios quiere que muera,
    es locura."

    [del maestre a jesús]

    xxxix

    "tú que, por nuestra maldad,
    tomaste forma servil
    e baxo nombre;
    tú, que a tu divinidad
    juntaste cosa tan vil
    como es el hombre;
    tú, que tan grandes tormentos
    sofriste sin resistencia
    en tu persona,
    non por mis merescimientos,
    mas por tu sola clemencia
    me perdona".

    fin

    xl

    assí, con tal entender,
    todos sentidos humanos
    conservados,
    cercado de su mujer
    y de sus hijos e hermanos
    e criados,
    dio el alma a quien gela dio
    (el cual la ponga en el cielo
    en su gloria),
    que aunque la vida perdió,
    dexónos harto consuelo
    su memoria.

    (bkz: jorge manrique)
    (bkz: dylan thomas)
    (bkz: and death shall have no dominion)


    (greges nigri - 17 Ocak 2009 22:40)

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    jorge manrique'nin paredes kontu ve santiago şövalye tarikatının başkanı olan babası rodrigo manrique'nin ölümü üzerine yazdigi siir.

    "kimse aldatmasın kendini, sakın, sanmasın ki daha uzun sürecek beklediği hayat, daha önce gördüklerinden.”*

    *gabriel garcia marquez, benim huzunlu orospularim, can yayinlari, sf. 50.


    (treffpunkt - 23 Nisan 2017 01:37)

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